La industria de los videojuegos en el país poco a poco está cogiendo fuerza. Empresas como Brainz y Efecto Studios se posicionan internacionalmente y asociaciones como IGDA se consolidan convocando a más de 60 empresas desarrolladoras. El Estado colombiano tampoco desconoce que la industria de los videojuegos mueve más de 22 billones de dólares y que las personas invierten una parte importante de su tiempo jugando -Nada más en Estados Unidos existen 155 millones de jugadores que al menos juegan tres horas a la semana-, de tal manera que ha creado instituciones como Innpulsa y está auspiciando iniciativas como CREADigital y Apps.co para apoyar empresas y proyectos de desarrollo de videojuegos.
Aprovechando el florecimiento de este sector de la industria del entretenimiento digital, quiero jugar y revisar juegos educativos realizados en mi país, Colombia. Los caminos que podría tomar esta búsqueda son infinitos y por ello una guía para el viaje resulta necesaria. Así que he decidido mirar aquellos proyectos que han recibido apoyo financiero del Estado. No pienso ser exhaustivo, quiero dar una mirada general, pues me muero de ganas por ver lo que están haciendo en otros lugares del mundo. Esto no significa, por supuesto, que no piense volveré sobre lo nuestro. Sin más preámbulos, comencemos entonces este viaje.